La función «personas cerca» fue introducida en Telegram en 2019 con el objetivo de facilitar el contacto entre personas que se encontraban en un radio cercano. Esto, inicialmente, fue visto como una opción innovadora para conocer gente nueva o conectar con amigos en eventos y lugares públicos.
Además, era una herramienta ideal para descubrir personas con intereses comunes o que participaban en los mismos grupos locales. En muchos aspectos, se parecía a las funcionalidades de aplicaciones de citas, pero sin la intención explícita de formar relaciones.
La premisa básica era sencilla: habilitar la geolocalización dentro de la app permitía ver a otros usuarios cercanos y comenzar una conversación con ellos. Durante sus primeros meses, se utilizaba principalmente en grandes ciudades para facilitar encuentros sociales espontáneos y en eventos multitudinarios. Su integración con grupos también permitía que comunidades enteras se reunieran sin necesidad de un intercambio de datos privados. Sin embargo, no todo fue positivo.
El fin de la función para buscar ‘personas cerca’
La funcionalidad no tardó en revelar sus puntos débiles. En su intento por acercar a las personas, se convirtió en un imán para bots y estafadores, que aprovechaban la visibilidad en tiempo real para engañar a los usuarios.
Se generaron perfiles falsos que enviaban mensajes no solicitados, ofrecían productos fraudulentos o incluso intentaban estafas sentimentales, explotando la cercanía percibida como una forma de generar confianza rápida.
Con el aumento de las quejas y los incidentes, Telegram fue tomando medidas parciales para intentar mitigar el problema, pero el abuso de la herramienta era demasiado generalizado. Los intentos de moderar la función se vieron superados por la creatividad de los estafadores. La propia apertura y libertad de la plataforma, que tanto ha defendido Durov, comenzó a volverse en su contra.
El final de la función es solo un ejemplo más de los desafíos que enfrenta Telegram en términos de moderación y seguridad. Aunque la plataforma ha crecido enormemente y cuenta con casi mil millones de usuarios, su enfoque descentralizado y su postura pro libertad de expresión han generado múltiples críticas por su incapacidad para controlar ciertos tipos de abuso.
Fuente: eleconomista.es
